La Casa Rural de la Estación de Mora es una gran casa que nació pensada para la agricultura y cuya fecha de levantamiento se pierde allá por los principios del siglo XIX. Inciamos su restauración en el año 2002 y ahora dispone de seis habitaciones y de un amplio salón, “El Refugio”, con todas las comodidades que los tiempos nos exigen, pero manteniendo ese encanto que solo poseen las antiguas casas de labranza.
Quizá hubiera sido más cómodo y económico tirarla entera y volverla a construir sobre el mismo espacio, pero decicimos restaurarla para que se conservara la arquitectura y los detalles de las casas de labranza de hace dos siglos. Aún se pueden apreciar signos de aquella época, así como herramientas, aperos, muebles y otros útiles rescatados en la restauración de la misma. La chimenea de la casa rural, es el lugar de reunión del salón, donde puedes pasar un rato de lectura, de charla o de animada conversación con tus amigos, al calor del fuego.Las habitaciones, cuentan con una gran amplitud, permitiendo en algunas instalar hasta una familia con tres niños. Todas ellas, exteriores, con baño y calefacción.
La construcción exterior es sobria pero con el lujo del espacio. Una amplia terraza encarada al levante donde poder disfrutar del sol del invierno o acogerse a la sombra de la parra en verano y que es el lugar preferido de los niños para sus juegos. Actualmente arbolada con especies autóctonas, que la convierten en la zona ajardinada de la casa y en la cual, los meses más cálidos nos permiten esas veladas en el fresco de la noche contemplando una infinidad de estrellas inapreciables en otros lugares.
En la Casa de la Estación, podemos disfrutar de ese ambiente rural difícil de encontrar y con esa tranquilidad y encuentro con la naturaleza que le proporciona su aislamiento en el campo, pero también hay lugar para las emociones. Así, los deportes de aventura y aire libre son nuestra especialidad: rutas en todo-terreno y bicicleta, senderismo, escalada, rapel, puenting, orientación, esquí y sobre todo parapente.Pero no estamos tan aislados como parece. La autovía Mudéjar nos acerca en breve espacio de tiempo a cualquiera de los lugares más emblemáticos de la provincia: